Una característica del Barroco, es su capacidad para
despertar la sensibilidad popular. Al contrario que el aristocrático Renacimiento,
el arte Barroco evolucionó hacia un gusto menos refinado y más emotivo que
pretendía retomar la tradición medieval en otras claves. Italia y España fueron
las maestras en esta seducción artística.
Otra característica fue la utilización de composiciones
basadas en puntos, curvas, elipses y espirales, así como figuras policéntricas
complejas, compuestas de motivos que se intersecaban unos con otros. La
arquitectura se valió de la pintura, la escultura y los estucados para crear
conjuntos artísticos teatrales y exuberantes que sirvieron para ensalzar a los
monarcas que encargaban.
Entre las características más generales de la arquitectura
barroca podemos destacar las siguientes:
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Le da importancia a la simplicidad y la búsqueda de lo
complejo.
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No reniega de las formas clásicas (columnas, arcos,
frontones, frisos), pero las transforma de manera fantasiosa.
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Adopta las formas elíptica, oval y otras, tales como
la de abeja de Borromini.
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Las paredes son cóncavas y convexas, es decir siempre
onduladas. Se llega al abandono de líneas rectas y superficies planas.
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Adopta un nuevo tipo de planta que ofrece planos
oblicuos para dar sensación de movimiento (espacios dinámicos), en la más
estática de las artes.
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Sugiere el infinito (un camino que se pierde, una
bóveda celeste, un juego de espejos que altere y haga irreconocibles las
perspectivas).
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Utiliza columnas que abarcan 2 ó 3 pisos. No faltan
los campanarios, solos o en pareja, muy decorados.
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Se utilizan efectos de luz y juegos de perspectiva, dando
importancia a la luz y efectos luminosos a través del claroscuro. Busca lo
dramático, escenográfico y teatral.
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Presenta gran riqueza decorativa y exuberancia formal,
tanto en los espacios interiores como al exterior, aunque más sobrio. Muestra amor
por lo curvilíneo y el triunfo de la columna salomónica, así como por los arcos
y frontones mixtilíneos, ventanas ovaladas.
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El arco descansa sobre la columna por medio de un
entablamento (al modo romano), o descansa directamente sobre el capitel (modo
bizantino).
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