Características de un
Edificio Inteligente
Un edificio inteligente es aquel cuyas instalaciones y
sistemas de iluminación, de accesos, de alarmas, de electricidad, de
telecomunicaciones, entre otros; están automatizados para permitir una gestión
integrada que a su vez mejore la eficiencia energética, aumente los niveles de
seguridad, de usabilidad y la comodidad de los ocupantes.
Este tipo de construcción optimiza a través del ahorro en
electricidad y agua que se obtiene con la automatización de sus sistemas, productos
para la gestión de la iluminación y de monitoreo de tanques. También son altamente
seguros en todos los aspectos: contra el delito, contra las emergencias o accidentes,
ante los desastres, entre otros. Por eso para cada eventualidad existe una
herramienta específica, tal es el caso de los controles de acceso y de la
detección contra incendios.
Otra cualidad de este tipo de edificaciones, es que poseen
esquemas flexibles con la capacidad de adaptarse a otras utilidades, a nuevos
requerimientos del inmueble y a los cambios tecnológicos. De hecho son tan
configurables que los edificios más antiguos se pueden “mecanizar”,
proporcionando un ambiente confortable, cómodo y seguro; pero sobre todo, hacen
la vida o el tránsito de las personas más fácil.
De acuerdo al grupo IBI (Inteligencia, Edificios e
Infraestructura, por sus siglas en inglés), un edificio inteligente debe contar
con las siguientes características:
a) Estructura:
Con elementos arquitectónicos que hacen más eficiente la construcción, como
la altura de techos, materiales de construcción, conexión entre los espacios,
orientación de las áreas, acabados, mobiliario y estética, la proyección del
edificio busca siempre favorecer a los usuarios y a su entorno.
b) Sistemas:
Son las instalaciones que hacen más ameno y eficiente el uso del edificio:
elevadores, aire acondicionado, iluminación, sistema contra incendios,
instalaciones hidrosanitarias, escaleras automáticas, entre otros.
c) Servicios:
Se refiere a todo aquello que hace más eficiente el trabajo de los usuarios
dentro del edificio como telecomunicaciones, teléfono, fax, internet,
videovigilancia, equipos de computación, además de los espacios dedicados a
distintas actividades: sala de juntas, auditorios, sala de videoconferencias,
entre otros.
d) Administración:
El factor humano de un edificio también influye en su categorización como
espacio inteligente. La logística entre los elementos humanos que se encargan de su mantenimiento,
vigilancia, inventarios e interacción complementan las características del
edificio. Sin el factor humano no existe un edificio inteligente.
Obras Existentes - Edificios Inteligentes
Ubicado en Montecito 38 de la colonia Nápoles, y antes
conocido como Hotel de México, este edificio destaca por la torre ubicada en la
parte superior de la construcción que alberga el restaurante giratorio más
grande del mundo. Cuenta con 50 pisos y una altura de 207 metros, 56 amortiguadores sísmicos, un sensor de sismos
que detiene los elevadores en caso de movimientos telúricos, así como un
sistema de control de las instalaciones eléctricas, hidrosanitarias, contra
incendios y de intensidad de luminarias.
Cada una de las placas de su fachada puede moverse de forma
individual con la finalidad de reducir el impacto de cualquier movimiento sobre
sus estructuras más frágiles.
También cuenta con un sistema de enfriamiento de agua
ahorrador de energía, volumen de aire variable, extracción residual de
sanitarios en cada piso, ventilación en estacionamientos y extracción
mecanizada de residuos en el cuarto de basura.
Este mega desarrollo cuenta con espacios de uso mixto:
comercial, cultural, corporativo y residencial. Contiene centros de
entretenimiento como el Teatro Telcel, el acuario Inbursa, y el Museo Soumaya,
diseñados con el criterio arquitectónico de edificios espéctaculo.
Desde las inmediaciones la construcción amorfa del Museo
Soumaya adelanta a los visitantes la naturaleza moderna del conjunto entero.
Su construcción implicó criterios de cuidado de recursos
ambientales, reciclaje de aguas residuales, recolección de aguas pluviales,
ahorro de energías, la planta heladora más grande de América Latina y un
sistema de ventilación de sótanos.
Es el rascacielos Bahrain World Trade Center es un bonito
edificio de 50 plantas y 240 metros de altura con una interesante
particularidad: dispone de tres aerogeneradores de 29 metros de diámetro cada
uno, que son capaces de generar entre el 10 y el 15% de la energía eléctrica
requerida por el edificio. En total producen entre 1.100 y 1.300 MWh al año,
suficiente para abastecer 300 hogares en el mismo período de tiempo ahorrándole
a la atmósfera 55 toneladas de CO2.
Situado en Shandong, al noroeste de China, este edificio de oficinas se
ha convertido en el edificio más grande que utiliza energía solar de todo el
planeta.
Posee unos
75.000 m2 destinados al uso de oficinas y su estructura formal está basada en
el diseño de un reloj solar, maximizando el uso de energías renovables a partir
del sol.
Su
apariencia exterior de color blanco simboliza las energías limpias, y el
edificio presenta símbolos en su diseño como el del sol y la luna.
Lo destacado
de este complejo es su cubierta inclinada en forma de sector circular, que
actúa como soporte de una serie de paneles solares. Gracias a su disposición y
orientación estos paneles solares maximizan el aprovechamiento de la energía
solar, ya que su disposición sigue la trayectoria solar.
Otra
característica destacable es que para su ejecución tan solo se utilizó el 1% de
acero que se empleó en la construcción del famoso “nido de pájaro”. Además
utiliza unos sistemas avanzados de aislamiento en las paredes, lo que supone un
ahorro energético de hasta el 30%.
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